Hoy quiero escribir sobre mi primer amor. Quiero contar nuevamente cómo fue todo, cómo comenzó y cómo acabó. Creo que escribir éstas líneas servirán para ponerle un punto final a ésta historia.
Conocí a Martín en la escuela. Comenzó como un amor de dos niños-adolescentes. Nos encantaba pasar tiempo juntos, a veces a mi me gustaba demasiado... tanto que a veces dejaba muchas cosas de lado con tal de verlo o iba a verlo así estuviera lloviendo y cayendo el mundo porque me encantaba pasar tiempo juntos, escucharlo, verlo sonreír, hacerlo reír.. como todo amor juvenil. INSEPARABLES.
Llegó la hora de separar caminos.. habíamos terminado la escuela y ahora cada quién iba a elegir qué estudiar. Mi familia no podía costear estudios fuera así que elegí entre las opciones de universidades que había en la ciudad, pero él si podía ir a estudiar a otro lado así que decidió ir a estudiar a otra provincia. Por un lado me entristecía que íbamos a separarnos y estar lejos pero por el otro me sentía feliz de que él iba a poder alcanzar sus sueños y tener un buen futuro si se proponía estudiar y aprender mucho adonde iba.
Ambos confiábamos en el otro, sabíamos lo que queríamos y hacía donde íbamos. No nos preocupó estar separados porque sabíamos que de todas formas siempre íbamos a estar ahí el uno para el otro.
Con el tiempo creo que esa confianza y esa certeza de que el otro siempre iba a estar ahí hizo que el deseo fuera disminuyendo... ya no nos buscábamos como antes, ya no nos escribíamos cartas de amor como antes. Hablarle al otro parecía más un compromiso que algo que uno hace por placer y gusto así que decidimos darnos un tiempo y luego de un mes finalmente terminamos.
Es realmente difícil aceptar y darse cuenta cuando el amor se ha desvanecido y cuando ya vives solo la rutina.
Creo que es importante en una relación variar, probar cosas nuevas.. no estancarse y hacer siempre lo mismo. Debemos demostrar a nuestra pareja que nos importa y no restar importancia a aquello que es importante para el otro.
El amor y la amistad siempre me ha movilizado así que no pierdo las esperanzas de volver a enamorarme y amar con la misma intensidad.
Agradezco el haber podido tener una experiencia de amor tan bonita y espero Martin sea muy feliz.
